Oda desde tu aliento

Qué pobre había sido hasta el momento este, en que sentí, por fin, tu aliento, en lo que a mi sentir domina, qué alegre fue entonces la alegría, qué tan cabal fue entonces la vida, si de no ser por tus brillos y destellos, cómo fuera posible adorar a Tota desde el puerto, sino por una tarde que ya se funde en su oleaje, como los segundos se tajan y quedas ahí, en lo que ya nuestros ojos no palpan, sin embargo en tu idea pura, sin embargo más allá de la idea, continuo beso que no cesa, es tu sino de noches y estrellas, son los puertos hacia los que mis barcos navegan; pero eres tu misma, la mar que recoge mis penas así también la botella que sola navega. Celeste líquido, cielo de agua, áureo el misterio de la profunda superficie que te separa, cielo de tu cielo, aire, de tu agua, si por principio eres una, aunque te llames dos de corazones y más que eso, alma, no solo que anima mi mundo, sino que lo viste con cuerpo y galas, que lo triunfa de sí mismo, que hogar y llama son alma y alma, alma.
Qué, aliento y suspiro son aire y llama, que en desiertos de agua sobrevivo, no de espejismos, sino de tu sed, que es llama devoradora y es la única llama que mi sed de ti escancia; son tus manantiales inagotables, aunque no tenga ahora, en tu lugar, abrevadero y sea mi caminar lejano, como el de un forastero, allegado, camino siempre por tus trochas y no encuentro otro abrigo que el de mi sombrero, continuo techo que tu cielo guarda y que aun, caminando por tu vereda: al resguardo, a la esperanza, eres tu el rumbo que a ti me lleva, el aliento que inflama la vela, que guía de mis trazos el alma, lo que de continuo intento, adivino, trazar desde el aliento sobre la forma de tu alma.
Entonces es tu aliento mi aliento y en mi respirar te tomo, vida y me recorres desde lo alto del copete hasta los zapatos, torrente que aviva mi llama, extensión de esta, mi tierra santa, corriente de aliento que recorres palmo a palmo, paso a paso las lineas de mis palmas; cómo me trazo mientras me trazas, mientras te trazas y son tus surcos mis propias lineas de Nazca y me quedo grabado en tu Akasha cómo te quedas grabada en mi Akasha y somos nudo y somos árbol y bejuco y somos todo y somos nada.